martes, 11 de junio de 2013

Cuidado a quién deseas...


 
Ante mi espejo era feliz. En él podía ver cómo cambiaba mi mirada incomprendida a  sensual y provocadora. Mientras me maquillaba, le contaba mis sueños y mis desilusiones. Sé que era el único que me entendía y me aceptaba tal cual era, sin discriminación.
Ante el mundo era la bella Victoria, no pasaba desapercibida ante ninguna mirada. Todos me deseaban. Yo, quería alguien que me amara por quién era.
Llegó el día de la cita esperada. Tenía miedo, mucho miedo. Unas sábanas rojas de seda brillaban en la tenue oscuridad de la habitación. Él, apresurado, sólo pensaba en mi cuerpo desnudo y saciar su sed. Tan solo con mi mirada se prendía fuego por dentro. Tomé el control. Lo senté sobre la suavidad de esas telas color pasión y con mucha sutileza, desabroché uno a uno los botones de su  camisa, mientras mi dedo recorría su pecho agitado. Despacio, lo recosté. Entre roces, me desnudé lento, muy lento, ocultando mi secreto. Me deseaba, lo excitaba, dejé que observara. Cerró sus ojos mientras yo  me acercaba y besaba con mis labios tibios, su cuerpo varonil. En el techo, el espejo, dejó ver  el secreto que guardaba. Mi  identidad. Mi verdadero YO.

 
Este relato participa en "Esta noche te cuento" del mes de junio. El tema: "En el espejo". 
 
(Compartiré este video que era de una película que muchos conocerán y es referente al tema que escribí.) 
 
(Traducción)
 
Sé todo lo que se debe saber
 del juego de las lágrimas.
Me ha tocado lo mío,
en el juego de las lágrimas,
Primero son los besos,
 luego llegan los suspiros
y antes de que te des cuenta te llega el adiós.
Un día de estos le contaré a la luna
acerca del juego de las lagrimas
y si lo sabe,
quizá me explique
por qué  se rompen los corazones
por qué hay lágrimas...
Y qué hacer para no estar tristes
cuando el amor desaparece.
Primero son los besos
luego llegan los suspiros
y antes de que te des cuenta, llega el adiós.
Ya no quiero más
no quiero nada
con  el juego de las lágrimas...
Ya no quiero más
con el juego de las lágrimas...